Y gritar, y gritar, Y GRITAR.
Y cederle al coraje un lugar, y
ponerle nombre al miedo, y arrancarle
un rayo al cielo, y ser feliz aunque pueda fallar. Porque un
nudo en la garganta no se suelta si se aguanta, las espinas no se deben
tragar. Las palabras tienen filo, Y A MI NADIE ME HA PROHIBIDO
GRITAR.
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